lámpara de noche

HISTORIA DE UN ANFITRIÓN

Ángel se desvivía por cada persona que se alojaba en su casa. Daba igual que fuera familia, amigo o conocido de alguien. Además de detallista, siempre era hospitalario.

Pero no se quedaba en proporcionar una cama cómoda con una lamparita de noche en la mesilla que diera calidez a la estancia, ni en agasajar con comida suculenta que «llenara la barriga» como siempre decía, sino que si podía hacer de cicerone, llevaba a sus huéspedes a los mejores rincones que a él le había sorprendido conocer.

Cuando se convirtió en abuelo, Ángel volcó ese cariño de anfitrión en las visitas de sus nietas, que vivían lejos. Siempre les esperaba una sorpresa en su casa. Una vez un poster de reinas y princesas a la puerta del dormitorio que había preparado para ellas. Otra, una piscina hinchable con pistolas de agua en la terraza. Otra, una sesión de música dejándoles elegir entre su colección de preciados vinilos y acompañando a la guitarra.

Un día, charlando en su cocina, recibió una llamada que le dejó preocupado. Al colgar me contó que el inquilino de un apartamento que había comprado con la herencia de su padre, se trasladaba de ciudad. Me dijo que lo veía como una oportunidad para poder disfrutar de nuevo de esa propiedad los fines de semana que le apeteciera, pero los gastos de mantenimiento le hacían pensárselo.

Le hablé del alquiler vacacional. Era una manera de hacer uso del piso siempre que quisiera darse una escapada, a la vez que le sacaba un rendimiento y que la propiedad seguía estando bien cuidada y mantenida.

Por el honor a nuestra estupenda relación, me ofrecí a gestionar el apartamento para él. Hice todos los trámites, lo acondicionamos y mimamos cada detalle para darle a la vivienda todo lo que a él le gustaba disfrutar. Un espacio confortable y con personalidad.

Recuerdo que los primeros inquilinos fueron una pareja joven y ella se llamaba Alice. Al marcharse nos dejaron una nota:

«Padre e hija nos habéis hecho sentir como en casa.»

Después de esos huéspedes vinieron otros y pronto llenamos la agenda de reservas.

Tras esa vivienda llegaron otras.

Ángel era mi padre y en honor a él nació Desstino.

Una vivienda con historia, siempre se merece una segunda oportunidad.

SOMOS LO QUE BUSCAS. O no.

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Gestionamos el alquiler de pisos, casas y apartamentos

No somos buscadores de sueños sino de realidades. Hacemos que tengas unos ingresos extra que puedes emplear en lo que quieras o necesites…. el pago de tus facturas o unas vacaciones para tirarte en la playa, la ortodoncia de tu hija o salir a cenar un fin de semana cualquiera.

 

No creemos que no seas capaz de gestionar tú mismo el alquiler de tu apartamento, pero si no tienes tiempo de aprender a hacerlo, ni las ganas y prefieres relajarte después de trabajar, ahí estamos nosotros para que tú solo recibas el beneficio.

No todo es gestión... también hay estrategia y detalle

Hay un montón de gente poniendo sus propiedades en alquiler, pero también hay mucha gente que busca un lugar donde alojarse por vacaciones o trabajo. La pregunta es ¿por qué van a elegir tu apartamento antes que el del vecino? Y la respuesta no es por ser más barato, sino por cumplir con lo que necesitan para su estancia y por tener personalidad.

 

Venimos del mundo del marketing y las reformas y aplicarlo para ofrecer una casa en alquiler funciona muy bien. O sea que imagínate juntar experiencia en interiorismo con estrategias de comunicación. Porque contar con una propiedad bonita no sirve de nada si nadie sabe que la tienes. Y tratar de alquilar una casa sin encanto es darse cabezazos contra una pared. Así que juntamos dos áreas que hacen buena pareja para el alquiler.

Sin límites

Nuestra zona preferida son las Islas Canarias, pero tenemos clientes con propiedades en otras zonas de la costa y el interior de la península. Para nosotros no hay límite y ahora estamos creciendo.